VIDRIO DE SEGURIDAD

¿Qué es el vidrio laminado? Básicamente es la unión de dos o más láminas de vidrio entre las que se intercala algún otro material con el fin de conseguir una serie de características o propiedades adicionales. Incluso podría tener un fin puramente decorativo añadiendo color.

El material utilizado en esta capa añade características adicionales al vidrio laminado, las más conocidas son evitar lesiones en personas frente a rotura, el aislamiento acústico y el bloqueo de la luz solar.

Los vidrios laminados poseen una «resistencia extra» pero no necesariamente tienen porque ser de seguridad, aunque muchas veces son utilizados para este fin.

Además de los vidrios laminados, existen vidrios de seguridad que no son laminados, son cristales templados.

Los usos de esta materia prima son cada vez mayores, algunos de los más usuales son: mamparas de baños y duchas, puertas de seguridad, cristaleras de negocios y edificios, mesas, baldas y estanterías, barandillas de escalera, paredes divisorias, vitrinas, acuarios, cerramientos de terrazas, ascensores…

 El vidrio de seguridad laminado puede emplearse en suelos y escaleras, barandillas, mamparas y tantas otras aplicaciones en donde es preponderante tanto la seguridad, la protección como la estética. Además, puede emplearse tanto en interiores como en exteriores.

Reduce considerablemente el riesgo de lesiones ya que en caso de rotura se fragmenta de forma segura en pequeños trozos con bordes redondeados no cortantes, a diferencia del vidrio común que se rompe en grandes fragmentos agudos, cortantes y muy peligrosos.

La resistencia a los esfuerzos es 5 veces mayor que la del vidrio común del mismo grosor.

También proporciona una mayor resistencia a las tensiones térmicas que el vidrio común.

Lo podemos emplear en fachadas suspendidas, puertas de acceso, mamparas de baño, mobiliario, divisiones y tantas otras donde la seguridad sea especificada, ya que tiene una gran resistencia a impactos y presión de viento.